Remembranza
Detrás de mí
Muy lejos
Se quedó varada la otra,
Aquella que ya no soy.
Ya no tengo el gesto amable
Y mi figura menuda
Está pendiendo de algún vestido que sobrevive
En la memoria de un ropero
Donde también se encuentran
Amistades caducas, cartas
donde escribí sentimientos
que no pudieron ser entregadas,
Y porvenires que se quedaron
Esperando en la ventana
Donde creí debía ponerlos
Para que el sol los tocara.
Mientras yo
Cuidaba en el espejo una imagen
Que había comenzado
a olvidarme.
Sin nombre
Mi madre es una casa de mármol
Mis hermanos y yo somos fantasmas
Que mueren con su silencio,
Es un conejo de la suerte
Que a través de los ojos de sus padres
Perdió la forma.
Ella y yo compartimos un altar
Como ángeles que cargan en los hombros
Ganas de salvar al mundo,
Como ángeles que agarran de las piernas
Al santo que les promete
No devolverlas a la tierra.
Si ella hablara
Y yo supiera escucharla
Dejaría de perder el tiempo
Buscando ídolos,
Y haría borrones sobre la historia
Que construí
Para presentarla.
Huérfanas
No cabemos en la sombra de la historia,
No hay un ángel
Que nos guarde entre sus alas,
Si de nosotras es el nombre
¿Por qué no el cuerpo con que nacimos?
Nadie nos arrulla el miedo
Ni desmiente el epitafio
Que escriben quienes nos matan.
No decimos “Padre nuestro”
Ni es de nosotros el reino
Donde se hace su voluntad.